La salinización ocurre cuando las sales solubles (como cloruros, sulfatos o carbonatos) se acumulan en el suelo en concentraciones que afectan su productividad. Esto puede suceder por:
Aplicar abundante agua para arrastrar sales a capas profundas.
Instalar drenajes o zanjas para evitar el estancamiento.
Usar yeso agrícola para desplazar el sodio.
Evitar riego excesivo, usar sistemas de goteo.
Mantener el suelo cubierto para reducir evaporación y erosión.